Cadetes y Atlético Mar del Plata estuvieron a la altura de las expectativas. Prometían un buen partido y cumplieron. Y, en definitiva, redondearon un justo empate en un tanto. Aunque el elenco "decano" terminó frustrado porque no pudo sostener la ventaja con superioridad numérica. El triunfo se le escapó de las manos. Y no sólo porque Abete pudo hacer algo más en el gol de Guiñazú.
El duelo tuvo ritmo de principio a fin. También situaciones a granel. Tal vez les haya sobrado a los dos verticalidad y les haya faltado paciencia para controlar la pelota. A falta de ella, la fragilidad defensiva de ambas defensas fue el condimento justo para sazonar la tarde.
Atlético comenzó mejor prefiriendo la izquierda para progresar en la cancha y tuvo un par de chances claras en los primeros cinco minutos. Pero dejaron de gravitar Klein y Damboriana y el partido ingresó a una fase de equilibrio con pocas llegadas porque, del lado de Cadetes, tampoco aparecía Beguiristain.
Sin embargo, en el cuarto de hora final, las torpezas defensivas de Atlético lo pusieron al equipo de Goñi en el umbral de abrir el marcador. Tuvo Cadetes -con Beguiristain y Laino muy participativos- cuatro chances claras para ponerse en ventaja, incluso dos remates en el travesaño. Pero no pudo aprovechar el "combo" de rechazos cortos, errores en la salida desde el fondo y dudas de Abete. Y el conjunto de Martín Quintas, en ese electrizante cierre de la primera parte, también dispuso de un par de oportunidades muy claras.
A partir de una circunstancia fortuita -la lesión de Damboriana-, Atlético se hizo más peligroso en el complemento. Porque la entrada de Guido Castro le dio más profundidad. Pero también Klein gravitó como nunca y le puso pausa y claridad a un partido vertiginoso. Por fin, un equipo, el visitante, controló la pelota. Sin embargo, sus errores defensivos lo hicieron caminar siempre al borde de la cornisa.
Hasta que a los 21' Morata tapó con las manos fuera de la área una llegada solitaria de Castro y se fue expulsado. Y Ramajo, recién ingresado, convirtió el tiro libre.
Con un gol y un jugador de ventaja, Atlético tenía el partido servido en bandeja. Pero no pudo dar el golpe final y comenzó a perder la pelota después de la salida de Klein, lesionado.
Cadetes estaba perdido. Pero revivió con el último error defensivo de Atlético. Una falta innecesaria de Arrechea a Pereira le dio la posibilidad de un tiro libre interesante desde la derecha. Lo tomó Guiñazú y su zurdazo combado ingresó en el segundo palo, floja reacción de Abete mediante. Y tras cartón pudo ganarlo el local, pero el arquero se desquitó y salvó mano a mano ante Pereira. Hubiera sido demasiado premio para el elenco "tricolor".
Nota a Alejandroff