sábado, septiembre 25, 2010

CIRO EN EL LUNA PARK (CRITICA CLARIN)

Media hora después de lo pautado, una intro árabe dio paso a Antes y después , con sus versos finales explícitos (“Hoy todo vuelve a empezar, y será lo que ya fue”). Era el debut porteño de Andrés Ciro Martínez al comando de Los Persas, la vuelta a los escenarios porteños del líder de Los Piojos como solista después de su despedida en River. Previamente, la recepción había sido inusual para un concierto de rock: como grupo soporte, un cuarteto de percusión ejecutaba piezas -también de raíz árabe- al lado de la consola de sonido. La asociación con el trance hipnótico que Brian Jones grabó en Marruecos con los Masters Musicians of Jajouka era inmediata, aunque el público prefirió el pogo como precalentamiento, como si se tratara de una Fiesta Bubamara.

La serie de tres shows de Ciro en el estadio de Corrientes y Bouchard, que iguala a la marca de Andrés Calamaro y Divididos en el mismo sitio, permiten diagnosticar la actualidad del rock argentino. Mientras que algunos rockeros eligen mostrarse en el interior (Indio Solari), guardarse hasta nuevo aviso (La Renga), disolverse en dimensiones más íntimas (Gustavo Cordera y el resto de los Bersuit), sembrar interrogantes (Viejas Locas tras los disturbios de Vélez y los affaires policiales de Pity Alvarez) o dar paso a la avanzada post Piojos (La Vela Puerca, No Te Va Gustar, Las Pastillas del Abuelo), el resto (grupos nuevos y solistas) sólo convocan multitudes en festivales.

Ciro debía demostrar que él era el “jugador dominante” dentro de una estructura que culminó con un divorcio traumático con sus ex compañeros Piojos. Y a fuerza de rock and roll, R&B de la vieja escuela y boogie (la versión de El viejo , de Pappo, Blues del gato sarnoso , Rockabilly para siempre ) la noche tomó calor y color, con una puesta de imágenes notable (en Servidor se pudo ver al propio Ciro como un mayordomo). El modelo sonoro elegido es el de los Rolling Stones entre Black and Blue y Some Girls : los Persas beben de la fuente del directo de Love You Live antes que del de Still Life . O sea: más Chuck Berry, funk y disco music ( Manjar , que anexó Debedé , de Sumo, y Miss You , de los Rolling), menos Motown; más “Banda de garage” y casi nada de música rioplatense.

El resultado fue satisfactorio para público y músicos: Ciro desplegó su histrionismo como frontman, revisó viejas glorias de su ex banda ( Todo pasa , Si dijeras ) y también cayó en los vicios del peor Charly García: arengar al público hasta hacerlo cantar más de lo que corresponde.

Para los bises, primero Micky Rodríguez (en el reggae Paso a paso ) y luego Dani Buira y La Chilinga ( Verano del ‘92 y Malambo para Luca ) reforzaron la idea de la legitimación: tres de los cinco Piojos originales estaban juntos en escena. Y Trapos (track oculto de Espejos ) funcionó de la misma forma que Finale , de Los Piojos, con un Ciro que nombró los barrios de las banderas que portaban los asistentes. Parafraseando a Led Zeppelin, el ritual, para Ciro y para los piojosos, sigue siendo el mismo.

Ficha

Ciro y Los Persas recital SALA Estadio Luna Park fecha 22, 23 y 25 de septiembre

Bueno

“Que se vuelvan a juntar”

El miércoles, con los ex Piojos Micky Rodríguez y Dani Buira en escena, el cantito que se venía obviando desde el inicio se hizo inevitable: “Olé olé; olé olé olá, ¡Sólo les pido que se vuelvan a juntar!” Ciro miró a sus ex compañeros y atinó a decir “¡Pero si estamos juntos!” Una forma elegante de “desconocer” el clamor popular en su primer show capitalino como solista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me encanto. Tuve la suerte de poder estar en bs as y poder ir al luna, que coincidio con el alquiler de apartamentos en Palermo que nos contrato mi jefe por trabajo,asi que fui muy feliz. Y a mi en lo personal me encanto :)
Espero que se vuelva a presentar pronto
saludoss

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